Ningún campo del saber ha dado tanto interés al niño como la teoría de Freud. Él abrió un campo de investigación y tratamiento que sonaba trasnochada. El interés por un alma infantil o la de un bebito es lo más novedoso de sus propuestas. Así como lo Inconsciente. Un bebé y un niño no eran estudiados ni comprendidos. Son muchos sus sucesores y esto ha abierto puertas al amor a los niños y conciencia de su vulnerabilidad.
Rodrigo Córdoba Sanz
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