domingo, 8 de marzo de 2009
La Niña de los Sueños
Entre la niebla que arrasttsba el amanecer la muchacha se despertaba. Justo a su lado una nota. La leyó y lloró tras instantes de perplejidad. Después se acurrucó en la cama, puso las manos abrazando a sus rodillas recogidas sobre el pecho y permaneció inquieta, acompañada de un rítmico movimiento. La luz atravesaba la ventana y ella no podía mirar hacia fuera. La muchacha lloró y lloró hasta que el cansancio le dejó seguir durmiendo. Se hizo de nuevo la noche y las hadas regresaron...
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