Salud, Trabajo y AMOR

Una inteligente y entrañable paciente me comentaba que en mi dedicatoria navideña había obviado el amor, esto es, había puesto salud y trabajo. Sin embargo nada es más importante que el amor. El amor crea, construye, da esperanza, ilusiones, es aquello que en fusiona personas y grupos. El amor se muestra con muchas caras, desde más sofisticada, más delicada y sensible hasta más pueril, como podría ser el cariño de un grupo de futbolistas.
Pero el amor es un motor de Vida, sin el cual echamos algo en falta, nos sentimos parcial o totalmente vacíos, con cierta carencia, con soledad.
El amor no sirve para nada, el amor es. Y, ¿qué es el amor? una experiencia insólita que une a las personas y les acerca, crea proximidad, complicidad y fortalece sanas relaciones sentimentales, construye vínculos.
Hay personas llenas de amor y tienen una forma distinta de mirar, de sonreir, de hacer. Otras personas están desencantadas. Hay que conquistar el amor para poder ser libres, se puede decir que "El amor hace la fuerza".
El amor es una experiencia inefable que hay que atravesar para sentirse vivos y este apunte de esta persona me parece esencial para reflexionar. El amor es un motor que hace que nos levantemos cada mañana, el amor por nuestra pareja, por nuestro trabajo, por nuestros estudios, por nuestras lecturas, por nuestras aficiones, por nuestros amigos, por nuestra familia...
El amor y el odio son dos caras de una misma moneda y a veces a quienes amamos les hacemos daño, hay que vivir el amor en su plenitud, y el odio en su totalidad, en toda su pureza. Pero el odio no construye, sirve para degustar mejor el amor y darle su sentido, un significado vital para seguir viviendo. El desamor y el desamparo son dos fuentes de intenso dolor. Existen iniciativas sociales que procuran dar cariño a personas necesitadas, o dar alimentos, qué forma más hermosa de dar amor.
Dando amor estamos, hablando desde el egoísmo sano, también forjando unas bases de amor propio y sensibilidad hacia el ser humano y la sociedad y cultura que la constituye. Los curas llevan siglos predicando el amor, en Oriente también, sin embargo en Occidente gobierna otra serie de valores, aproximarse a este tipo de lecturas, despeja la mente de esos vicios introyectados que la sociedad nos ha inoculado. Vacúnense, pero que dure hasta la siguiente navidad. Abrazos. Rodrigo Córdoba Sanz.