domingo, 17 de mayo de 2009

Cerca y Lejos

Aguardo el momento en el que llegues en mi busca
me arropes y tiendas suavemente
espero tus susurros, tus caricias y tus besos
mientras tanto aguardo la ilusión
de algo que no puedes alcanzar
pues dentro de mi clausurada está
la idea de retozar con cariño esta noche
y no podrás tú renovar la presencia insultante de mis ideas
pues descansaré donde yo desee
aunque tú reposes lejos de mi
yo te sentiré cerca.


Firmado (como todo lo demás) por Rodrigo Córdoba Sanz. Alguna vez me han preguntado.

3 comentarios:

  1. Rodrigo, aunque te sirva de poco, la envidio.

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  2. Precioso. Precioso. Una viene del trabajo y sólo imaginar esas palabras, saber que se dicen, que existen, agrandan el pecho (los pulmones, se entiende, jaja). Buen poema para el día en que muere Mario Benedetti.

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  3. Por cierto, leyendo a Benedetti encontré esto. Parece que os habéis puesto de acuerdo...

    Te dejo con tu vida
    tu trabajo
    tu gente
    con tus puestas de sol
    y tus amaneceres.

    Sembrando tu confianza
    te dejo junto al mundo
    derrotando imposibles
    segura sin seguro.

    Te dejo frente al mar
    descifrándote sola
    sin mi pregunta a ciegas
    sin mi respuesta rota.

    Te dejo sin mis dudas
    pobres y malheridas
    sin mis inmadureces
    sin mi veteranía.

    Pero tampoco creas
    a pie juntillas todo,
    no creas, nunca creas,
    este falso abandono.

    Estaré donde menos
    lo esperes
    por ejemplo
    en un árbol añoso
    de oscuros cabeceos.

    Estaré en un lejano
    horizonte sin horas
    en la huella del tacto
    en tu sombra y mi sombra.

    Estaré repartido
    en cuatro o cinco pibes
    de esos que vos mirás
    y enseguida te siguen.

    Y ojalá pueda estar
    de tu sueño en la red
    esperando tus ojos
    y mirándote.

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